en mi propia casa, han pasado diez años y está negro el mar,
soy los diez pretendientes y he perdido el mar, es el mar de otro hombre,
el cielo está siempre en mis ojos, el cielo es celoso, como nosotros,
los segadores celestes están celosos, no sólo de esta tierra, sino también
del cielo que está vacío: nuestro pensamiento en el cielo.
Hay un mar, el navegante está cerca de las estrellas de perdición,
su frente lleva cobre, plata y oro de ley,
su viaje está maldito, no llegará nunca, su barco es el último velero,
hemos estado celosos de sus viajes erráticos estos diez años
en que la tierra esperaba el descanso de sus huesos,
hay un mar, él tiene el mar, el cielo
y a Penélope, todo esto pesa en la balanza menos que su aflicción,
estábamos celosos sobre todo de su aflicción, la aflicción en su frente:
huéspedes, invitados, todos bienvenidos, mi casa desborda canción:
soy Ulises
Paavo Haavikko en Synnyinmaa (1955), incluido en Poesía nórdica (Ediciones de la Torre, Madrid, 1999, ed. y trad. de Francisco J. Uriz).
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