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domingo, 27 de julio de 2025

Poema del día: "Dentro de diez años viviremos en una ciudad sucia", de Silba Ljutak (Croacia, 1999)

Querido diario
la niebla estaba negra esta mañana
El horno no funcionó
Ya estaba apagado
cuando el malestar me despertó alrededor de las dos
Los pies a rayas se pegaron a mis suelas
Los restregué en la bañera ayer
¿Cómo volviste a tapar el desagüe?
Corro demasiado
No abrí ventanas
El hedor de la respiración se arrastró
desde el dormitorio hasta la puerta de entrada
No espero invitados
Cuando su suciedad se vuelve gruesa en dos dedos
voy a desempolvar el fregadero
Uso excesivo de jabones perfumados
solo puede dañar el tercer párpado
No espero ser un invitado
Casi guardo la tetera
en la nevera de nuevo
Puse una taza de café caliente
en un contorno de marca en un mantel de plástico
Rostro desfigurado de una rosa
nunca se vio hermosa de todos modos
La tienda de suministros generales se estaba deshaciendo
de sus acciones, así que lo compré a la venta
No espero invitados por un tiempo
El aire permaneció negro durante el resto del día
Se suponía que íbamos a tener seis horas de sol
Comí un poco de cereal de trigo para la cena
y me pongo los jeans por el silencio
No es solo mi culpa
esta ciudad no espera invitados

Silba Ljutak, incluido en Revista Kametsa (7 de mayo de 2021, Perú).

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jueves, 24 de abril de 2025

Poema del día: "El tren de las afueras de la ciudad", de Ružica Cindori (Croacia, 1961)

Hombre,
de nuevo estás solo.
Sobre los rieles
buscas tranquilidad,
porque no la hay
ni en la casa amarilla,
ni en el libro negro.
No conoces otros refugios.
La crueldad te atemoriza.
Afuera, bajo el sol,
no te quitas ni la gorra
ni el abrigo.
El verano fue impaciente,
Y el otoño ya se muere.
Mira, ya viene la muerte:
tiene las mandíbulas
del tren de las afueras de la ciudad.

Ružica Cindori en Ciudad, bosque, isla (2006), incluido en Altazor. Revista electrónica de literatura (1ª época, año 2, octubre de 2020, Chile, trad. de Željka Lovrenčić).

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jueves, 20 de marzo de 2025

Poema del día: "Intimidad", de Ružica Cindori (Croacia, 1961)

(Intima)

La cercanía
hace imposible
el destierro.

Olas invisibles
me siguen.

Ni en la Tierra de Fuego,
ni entre los bosquimanos,
ni en la Isla de Pascua
los pájaros logran esconder
sus nidos.

La transparente cáscara del huevo
es el último límite.

Después de ella
nos aísla
un rojo crepúsculo más,
arrugado como la cara
de un marinero anciano. 

Ružica Cindori en Ciudad, bosque, isla (2006), incluido en Altazor. Revista electrónica de literatura (1ª época, año 2, octubre de 2020, Chile, trad. de Željka Lovrenčić).

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sábado, 15 de febrero de 2025

Poema del día: "De mañana en la ciudad", de Ružica Cindori (Croacia, 1961)

Llevando la mañana
como indeseada
carga,
sacudiendo la niebla
con movimiento de perro congelado,
como vacilando
antes de declarar
su entrega
a la personificación de la mala gana.

Ružica Cindori en Ciudad, bosque, isla (2006), incluido en Altazor. Revista electrónica de literatura (1ª época, año 2, octubre de 2020, Chile, trad. de Željka Lovrenčić).

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martes, 19 de abril de 2022

Poema del día: "Meteoros", de Radovan Ivšić (Croacia, 1921-2009)

I
Sombría, ella está en el vacío. Su dedo despierta, titubea, después se convierte en pez. Todo su cuerpo se ilumina. Es la niebla, piensa ella.

II
Pesada, en el remolino, ella es sólo una herida. Un grito entreabre su boca pero los dedos de sus pies son mariposas que levantan vuelo. Es el rayo, piensa ella.

III
Roja, ella se asombra: ya no son escamas las que recubren su cuerpo sino labios minúsculos, innumerables. Se envuelve con una sábana blanca. Es la nieve, piensa ella.

IV
Temblorosa, avanza hacia el abismo, aunque quisiera alejarse. No es un abismo sino un buitre el que se precipita hacia la punta desnuda de su seno. Ella se echa a reír. Es el espejismo, piensa ella.

V
Ciudadana, posee el secreto de abrir las jaulas. Junto con el primer tigre, desciende las escaleras del metropolitano. Muy pronto se encuentran en el desierto. Las lámparas se apagan, pero en la oscuridad no tardarán en encenderse dos ojos verdes. Es el eclipse, piensa ella.

VI
Jadeante, acaba de alcanzar la cima del más alto acantilado. De pronto, detrás de una roca, divisa un ojo y después otro: millares de pupilas ávidas están fijas en ella. Rápido, comienza a desvestirse. Desnuda al fin, avanza hacia la abrupta pendiente cubierta de hierba y desciende hacia la llanura saltando sobre las manos. Es el ciclón, piensa ella.

VII
Nocturna, en el musgo descubre las estrellas, los rastros de un ciervo y finalmente una fuente. Un armiño en fuga se oculta en su axila. Es el cometa, piensa ella.

VIII
Celosa, ve la espalda de un desconocido que se contempla en el espejo. Ella toma un hacha de debajo de la almohada y la arroja hacia la fría superficie para aniquilar su engañosa profundidad. El desconocido se vuelve y la examina para ver quizá su nueva imagen. No. Es el terremoto, piensa ella.

Radovan Ivšić en Boite Alerte. Catálogo de la Exposición Surrealista de 1959-1960, incluido en Antología de la poesía surrealista de lengua francesa  (Fabril Editora, Buenos Aires, 1961, selec. y trad. de Aldo Pellegrini).

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domingo, 23 de febrero de 2020

Poema del día: "Mares jubilados", de Dorta Jagić (Croacia, 1974)

Entre los zagrebienses hay una multitud de testigos
que son mares jubilados
igual como gente jubilada.
Se secan, se encogen, encuentran la mejor posición
para ayudar a la proliferación de la vida – cerca de la gente.
Nadie sabe quién infundió esos mares invisibles
en nuestros dormitorios repletos
(el fondo de ese mar es el suelo
y el techo la superficie.)
Debido a su rápida disminución, su densidad es de miel
y por eso no taladra las orejas de los durmientes
el crujir de paquetes anticuados de ojos de los espíritus.
Ni los padres ya no temen que sus hijos los oigan.
Ni los cuadros valiosos ya no mueren
bajo los faros de los coches;
eso son sólo las luces del explorador mal puestas.
Sin embargo, la bendición más grande de los durmientes es
que pueden ir al baño descalzos
por el poso ardiente de las bombillas quemadas.
El único problema es que el mar si alguien tiene insomnio
se enfría tanto que otros tienen que enchufarse
a las máquinas de vida.
Ama a todos los durmientes
hasta la muerte ya en la mitad de la segunda semana
así que nos preguntamos
¿qué pasa cuando la familia se traslada?
nada importante. Eso no le confunde.
Igual que todos los muebles, se coloca en cualquier lugar
en el camión de mudanza,
pero lejos del acuario
porque no soporta toda esa cantidad de agua y los peces.

Dorta Jagić, incluido en Arquitrave (Segunda época, nº 60, junio-septiembre de 2015, Colombia, versión de Sonja Manojlović).

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jueves, 2 de enero de 2020

Poema del día: "Luna de miel", de Dorta Jagić (Croacia, 1974)

Los domingos por la noche
después de misa
en el tranvía nebuloso
siempre puedo empezar a crear de la nada.
Ni siquiera está el alcalde, ni el canario.
Ni una carta de amor dejada
para la revisora en la máquina
ni toallas secas,
ni betún para los zapatos de color rosa,
ni aseos femeninos.
No hay ni una caja de cartón con
una niña abandonada y una nota.
Por la desnudez lúgubre de las ventanas y sillas checas
parece obvio que los devoradores
del tiempo de Stephen King
dan paso al horario de invierno primero en el tranvía.
Podría llorar sobre la descartada rebanada de pan
y un vaso de vino tinto en la escalera
delante de la puerta principal.
No tengo ganas,
porque no hay música ni calefacción,
ni aquel guionista de la televisión nacional
que no cree que el hombre haya estado en la Luna.
No hay ni tan siquiera falsos maestros con los pies planos
ni minas que quedan bajo el asiento.
En este frío tranvía número doce donde nadie me mira
donde nadie me molesta
arrastro un cable desde dios hasta mi amante permanente,
vecino-marido que se llama casi como yo.
Quiero finalmente traerlo y sentarlo,
por lo menos
hasta la última parada.
Sé sólo que es gitanamente bello y
que se mueve con pinceles.
Pero en las sillas desiertas no hay nadie
que le lea sus derechos y lo espose
en el caso de subir en la siguiente parada.
Y si como siempre
descaradamente me pregunta si me he casado
dónde iré con todos estos acordeones
y las vajillas de boda a la luna de miel
aun antes de la plaza Kvaternik.

Dorta Jagić, incluido en Arquitrave (Segunda época, nº 60, junio-septiembre de 2015, Colombia, versión de Sonja Manojlović).

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