somos dos y las hojas nos cubren
somos dos y las raíces se apoderan de nosotros
tú comes la mitad de las nubes, yo como la otra mitad
tú aflojas la mitad del suelo, yo la otra mitad
cuando mueres, me convierto en un perro y aúllo
tu fantasma aúlla la mitad del aullido
cegado por el dolor, tu fantasma pisa un clavo,
trota la mitad de mi carrera con su pie doloroso
y la mitad de mi pata está inflamada en mi mitad
y la mitad de mi dolor brilla como brasas debajo de tu piel
y yo vuelvo la otra mitad de mi otra mejilla hacia la muerte y digo
no ciega, pero habiendo visto demasiado, es lo mismo, y digo:
somos dos por la mitad
desde la mitad de este lado hasta la mitad del lado lejano
como el que mira con impaciencia
como aquel cuya canción corren los árboles para escuchar
como la mitad de quien canta y la otra mitad que escucha
de los cuales la mitad son dos en los que se sientan las aves
mientras se sientan en nosotros y nos hacen agujeros
Helena Sinervo, incluido en Altazor. Revista electrónica de literatura (1ª época, año 2, julio 2020, Chile, trad. de Enrique Solinas).
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