De toda la lírica raza,
La que nació en el alba negra del desastre,
Es Camoes el único que puede
Contemplar a un soldado cara a cara.
Hallo un amigo donde busqué un dueño.
Pues a diario,
Mientras los cocodrilos pestilentes
Se deslizan desde los mangles
Hasta la orilla pantanosa,
Él comparte mi toldo en la barcaza, sonríe
Y me dice que ya ha vivido aquello
Antes de ahora.
Por incendio y naufragio, pérdida y pestilencia,
Guiado por el fuego fatuo del deber
A morir como un perro
—Siendo rey de sus penas—
Alzó sobre los hombros su alta Cruz voluntaria.
Transformó a viva fuerza sus fatigas
En belleza,
Y enseñó a su gorgona destinos que cantar.
Roy Campbell, incluido en Antología de poetas ingleses modernos (Editorial Gredos, Madrid, 1963, trad. de Aquilino Duque).
Otros poemas de Roy Campbell
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tomo la palabra: