Uno de nosotros puede arriesgar su vida
cuando se acabe el día.
Con ese adarme
de las tribus mayas
se debilita la amapola en secreto.
Y en la mecedora
compongo lentamente los insultos.
Pronto seremos viejos
sin el altavoz ni los cuchillos colgados en la esquina de la cocina.
En la mecedora
uno de nosotros puede llorar
constantemente como un animal sacrificado.
En la escena pura
del rechinar de la semilla del mal,
descubrimos el olor a estiércol
y la palabra secreta del olvido.
Akram Alkatreb, incluido en Nueva York Poetry (EEUU, 12 de julio de 2020, trad. de Mohamed Ahmed Bennis).
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