algunas veces te levantas con las manos estiradas
lejos del cuerpo y a cada lado de la cama
donde nadie yace
acaricias las sábanas con las manos
pero tú
ya no compras el queso graso
ya no necesitas cerrar la puerta del baño
no te arrepientes de estar cansado por la tarde
no dejas que nadie te quite los pantalones
la mesa del comedor se ha convertido en una gran superficie
donde pones las cacerolas y las especias lo más cerca posible de tu plato
Fredrik Hagen, incluido en Aullido (Internet, 21 de noviembre de 2018, trad. de José Manuel Romero Santos).
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