Es la sombra y el ruido de marea esparcida
Y la pleamar que deja las huellas en la arena.
Pensarás ahora ese hueso frontal que si estiro la mano
no lo alcanzo, y sin saberlo nunca extrañarás ahora
como mi tacto entraña. Y detrás de ese hueso la acentuación
sobre la cuarta sílaba simétrica en esas frases de palabras
largas. La subordinación.
La mar después de vuelta porque siempre recordamos lo primero
que esparcido en la ávida penumbra, inunda.
Aún sobre el final, aún en esa parte angosta de la cita, el paso
el corazón primero vuelve.
El Báltico, primero.
Y no vas a saberlo, pero igual acontece
Esto de darse vuelta a la pared tratando de dormir
Esto de darse vuelta y murmurar «ahora tengo cuarenta»
Y afuera el mar inalcanzable, el rumor, la marea la noche
Que murmura.
Silvia Guerra en Nada de nadie (2001), incluido en Casa de luciérnagas. Antología de poetas hispanoamericanas de hoy (Ediciones Bruguera, Barcelona, 2007, ed. de Mario Campaña).
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Anticipada memoria, Cloto, «En mano», Sutil el velo corre una espesura...
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El mar Báltico en la mirada, con sus fiordos y rincones siempre teñido en mar.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por compartir a esta autora, que no conocía
Es estupenda, una de las que más me gustó en esa antología.
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