Nadie, oh Cirno, es culpable de su ruina o provecho,
sino los dioses que otorgan lo uno y lo otro.
Ninguna persona se afana sabiendo en su mente
si su acción será al fin provechosa o dañina.
A menudo quien creía obrar mal hizo un bien,
y pensando hacer bien ha hecho uno un mal.
A ningún hombre le sale bien cuanto quiere;
porque los límites de su impotencia lo frenan.
Los hombres en vano planeamos, pues nada sabemos.
Los dioses lo cumplen todo a su antojo.
Teognis de Mégara en Proemio, incluido en Antología de la poesía lírica griega (siglos VII-IV aec) (Alianza Editorial, Madrid, 2001, selec. y trad. de Carlos García Gual).
Otros poemas de Teognis de Mégara
Amar a los jóvenes es una cosa placentera..., Proemio (vv. 133-142, vv. 341-354, vv. 731-752)
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