Basta digo a la casa
Que entre noche y mañana está ahí plantada
Basta le digo al alfabeto de madera dulce
Y al manso y variopinto animal de los sonidos
Demasiado he pensado ya en palabras
Y este poema no es ningún poema
Nada de sótano secreto ni faz enrejillada
Esto es una carta a mi hermano una flotante tabla
Un bando a la población o un amable
Refrán destinado a un soldado
a falta de guitarra o caramillo
de laúd y sentimentalismo
de dinero y ventura
a falta de odio de fiebre por la herida e hipocondría
falta de amor y de ventura (y ya va por vez segunda)
pero rabiando el corazón
por no hablar de la canción que rabia en todo el cuerpo
en la santa miseria
vamos a ver el árbol desplegándose
a la mujer que queda embarazada
el suelo azul como una altiplanicie escandinava
que como un árbol se desgaja
la lluvia que nos escribe ETCÉTERA en la cara
que ni muerta ni viva sabe contestar
como un autómata que respirara:
a falta de (vuelta a empezar)
Hugo Claus, incluido en Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).
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