viernes, 17 de enero de 2025

Poema del día: "Noche", de Raymond Queneau (Francia, 1903-1976)


Noche: dos sílabas
Paredes: cerradas como hexágonos
Noche: dos sílabas
Otoño: sofocadas y cansadas de esperar
las abejas de corazón demasiado tierno...
Noche: serpiente con perforaciones anulares rayo del arcoiris
los dioses entrecruzados hacen danzar los arcos
de las letras olvidadas entre muchos mullidos mudos modos

La noche dispara y mata al mundo
La noche dispara y cambia al mundo
La noche dispara y el mundo se encabrita

Todo parece desvanecerse hasta las montañas ágiles

Noche

Jacques Prévert en L'instant fatal (1948), incluido en Antología de la poesía surrealista de lengua francesa (Fabril Editora, Buenos Aires, 1961, selec. de Aldo Pellegrini).


jueves, 16 de enero de 2025

Poema del día: "Nueva Orleans", de Lola Ridge (Estados Unidos, nacida en Irlanda, 1873-1941)


¿Recuerdas
el melón dulce de la luna
goteando espesa miel de luz
donde Canal Street va correteando sola entre árboles dormidos?

Y el leve aroma rancio de patchoulí,
fragancia de Nueva Orleans...
Nueva Orleans,
como marchita tuberosa
sostenida en la cálida atmósfera...
maravillosamente intacta.

Lola Ridge, incluido en Antología de la poesía norteamericana (Fundación editorial El perro y la rana, Venezuela, 2007, selec. de Ernesto Cardenal, trad. de José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal).

Otros poemas de Lola Ridge


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miércoles, 15 de enero de 2025

Poemas de William Carlos Williams (Estados Unidos, 1883-1963)



Poema del día: "Una casa dividida", de Michael Ondaatje (Canadá, 1943)


Esta noche la respiración
palpita sin un ritmo razonable,
no está marcada por ningún metrónomo.
Tu cuerpo, codiciando
la yarda extra de cama,
explora y flanquea;
yo me doblo en ángulos peculiares.

Esta batalla nocturna se lucha con sutilezas
te quedas embarazada, estoy seguro,
sólo por obtener terreno extra
—inmune a las patadas ahora.

Dentro de ti hay ahora otro,
dando sacudidas como un pez,
oscilando, luchando
ya por su pulgada.

Michael Ondaatje, incluido en Antología de la poesía anglocanadiense contemporánea  (Los libros de la frontera, Barcelona, 1985, selec. y trad. de Bernd Dietz).

Otros poemas de Michael Ondaatje


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martes, 14 de enero de 2025

Poema del día: "Siempre...", de Ricardo Jaimes Freyre (Bolivia, 1866-1933)


Peregrina paloma imaginaria
que enardeces los últimos amores;
alma de luz, de música y de flores
peregrina paloma imaginaria.

Vuela sobre la roca solitaria
que baña el mar glacial de los dolores;
haya, a tu paso, un haz de resplandores
sobre la adusta roca solitaria...

Vuela sobre la roca solitaria,
peregrina paloma, ala de nieve
como divina hostia, ala tan leve

como un copo de nieve; ala divina,
copo de nieve, lirio, hostia, neblina,
peregrina paloma imaginaria...

Ricardo Jaimes Freyre en Castalia bárbara (1899), incluido en Antología crítica de la poesía modernista hispanoamericana (Ediciones Hiperión, Madrid, 1992, selec. de José Olivio Jiménez).


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lunes, 13 de enero de 2025

Poema del día: "Mi reposo eres tú...", de António Reis (Portugal, 1927-1991)


Mi reposo eres tú

Al final de la tarde

mientras te secas el cabello
y te peinas
con el sosiego de un ala

y las ventanas brillan
como salinas
colgantes

António Reis en Poemas quotidianos (1957), incluido en Antología breve de la poesía portuguesa del siglo XX (Instituto Politécnico Nacional, México, 1998, selec. y trad. de Mario Morales Castro).


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domingo, 12 de enero de 2025

Poema del día: "Fin de marzo", de Elizabeth Bishop (Estados Unidos, 1911-1979)


Hacía viento y frío, y no era el mejor día
para dar un largo paseo por la playa.
Todo tan apartado, tan distante
y retraído: lejos la marea, recogido el océano,
solas o en pares las aves marinas.
El frío, desordenado viento marino
entumecía la mitad de nuestro rostro;
interrumpía las formaciones alineadas
de los gansos canadienses
y nos devolvía el casi imperceptible sonido
del oleaje vertical y su brisa acerada.

El cielo, más oscuro que el agua,
era color jade, como sebo de carnero.
Con botas de goma seguimos las huellas
de los perros en la húmeda arena, enormes huellas (tan grandes
que parecían más de león). Recorrimos
distancias infinitas en un irisada línea blanca,
que abandonaba el oleaje para hundirse
una y otra vez, hasta desaparecer:
una espesa maraña blanca, de estatura humana, a flote,
alzándose en cada ola, como un fantasma empapado
que de pronto se precipitaba hasta deslavarse…
¿hilo de cometa? Pero sin cometa.

Quería llegar a la casa de mi protosueño,
mi criptosueño, aquella caja torcida
sobre pilares, de tejas verdes,
algo parecido a una alcachofa, solo que
más verde (¿hervida con bicarbonato?),
protegida contra las mareas primaverales por una cerca
de… ¿eran durmientes?
(Aquí las cosas parecen irreales.)
Quisiera retirarme y hacer nada
o casi nada, para siempre, en dos cuartos vacíos:
mirar con binoculares, leer libros tediosos,
viejos, gruesos, voluminosos libros y escribir notas inútiles,
hablarme a mí misma y, en días de niebla,
ver resbalar diminutas gotas, densas de luz.
Y por la noche, un grog à l’américaine.
Lo flamearía con un fósforo de cocina
y una hermosa, diáfana llama azul
se reflejaría en la ventana.
Tiene que haber una estufa; hay una chimenea,
ladeada, sostenida por alambres,
y, tal vez, electricidad
—cuando menos, habría otro alambre
para unir todo débilmente
con algo derruido tras las dunas—.
Luz para leer —¡perfecto!— pero imposible.
Y ese día el viento sopló demasiado frío
tanto como para alejarse
y, por supuesto, la casa resguardada por tablones.

De regreso, el otro lado de nuestros rostros se heló.
Salió el sol apenas un minuto.
Solo un minuto, fijo en los biseles de la arena,
monótonas, rociadas, esparcidas piedras
fulgieron multicolores
y las más altas proyectaron largas sombras,
propias: luego, las atrajo de nuevo hacia sí.
Habrían quizá jugueteado con el sol león,
solo que ahora él se hallaba detrás:
un sol que había recorrido la playa en la última bajamar,
dejando la impronta de majestuosas, enormes huellas,
y tal vez habría derribado una cometa tan solo por jugar.

Elizabeth Bishop, incluido en Altazor. Revista electrónica de literatura (1ª época, año 2, julio de 2020, Chile, versiones de Jeannette Clariond).

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