Sabios del futuro trasplantarán
nuestras mezquinas horas,
a otras, más dóciles, más puras...
Entonces, todos los médicos
serán grandes violinistas;
no nevará en los corazones ardientes;
ya se habrá resuelto la ecuación
de los niños;
los artistas pintarán en paisajes
las regiones del alma;
Eva tendrá un manzano en su patio;
no vivirá ningún superviviente de las guerras.
Quedará la luz, como señal
de que Dios existió también
entre nosotros.
Teresa María Rojas, incluido en Cinco poetisas cubanas (1935-1969) (Ediciones Universal, Miami, 1970, ed. de Ángel Aparicio Laurencio).
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