No había recorrido yo la misma senda,
ni las ebrias corrientes de la tierra;
una figura brillante, blindada y coronada
a través de mis sueños, suave, se movía.
Hacía del aire algo inamovible y raro,
más fieramente brillaban las estrellas;
la roca del tiempo, las mareas del cambio
eran nada en su mirada.
La muerte no tiende su sombra en su sonrisa;
la vida es una carrera anticipada y hecha;
contemplo su rostro por un momento,
la vida y la muerte son allí la misma cosa.
Marjorie Pickthall, incluido en Altazor. Revista electrónica de literatura (1ª época, año 2, abril de 2020, Chile, trad. de Arturo Hernández González).
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