No tenía palabras
Y no estaba muerta
Nadie me llamaba a casa
Yo era la paria
La mujer que no le era fiel
A su marido
Sino a otras mujeres
Tomé el teléfono un día
Y disqué el único número
Que sabía de memoria
Oí un idioma remoto
Mi hombre había vuelto
A su lengua madre
Salí a caminar luego de mucho
Bajo las estrellas
Dije su nombre
Y no pasó nada
Nadie es convocado
Con palabras tristes
Westonia Murray en Biografía en los saquitos de té (2017), incluido en Eterna cadencia (27 de diciembre de 2017, Argentina, trad. de Tom Maver).
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Buen poema de Westonia; ¡referido a la vida cotidiana!
ResponderEliminarUna poeta viajera y peculiar.
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