Mira, éstas son marcas de las montañas
Que llevo en mis brazos;
Árboles que amo,
el rayo,
terrazas que duermen mansamente
En poder
De orgullosas herencias que llevo
Sobre mi pecho.
Estos brazos también bailan:
Arremolinan
Modelos de oración
A un dios de la montaña,
Elevan
por el valor del cielo
coles,
periódicos
latas de agua,
Mecen
una hamaca de bebé
bajo un dosel de pechos
Fuente antigua
De fuerza,
Durando
Como las montañas
Que marcan mi carne
Hasta la planta
Que bruñe la tierra,
Mis deformes
Y hermosos
Pies.
María Luisa B. Aguilar-Cariño, incluido en Lo último de Filipinas. Antología poética (Huerga y Fierro editores, Madrid, 2001, selec. de Jaime B. Rosa, trad. de Ellyde Maestre).
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tomo la palabra: