Este caballo de mi infancia
encerrado en una cárcel de sal
asombrado por esa sal
en el cruce inexorable
el pájaro de mi niño
con filo de flecha
y de yeso blanco
que anda por la arena del alba
hacia atrás
borrando la huella de sus pasos
obeliscos del silencio
en el país que he perdido
donde ningún árbol con sus hojas
devana el viento
líneas del horizonte de la mano
y bailando la ronda del verbo jaula
caed todas en la mar de este espejo
donde solo se ve el cielo
Alice Rahon, incluido en Tres mujeres surrealistas (Periódico de poesía, 28 de septiembre de 2020, UNAM, México, versión de Inmaculada C. Pérez Parra).
Otros poemas de Alice Rahon
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
Tranquilamente bueno, Alice...
ResponderEliminarPues sí, saludos.
Eliminar