Una mujer que fue hermosa
un día
se quitó la cara
la cabeza se volvió lisa
ciega y sorda
al abrigo de las trampas de los espejos
y de las miradas del amor
Entre los juncos del sol
no encuentran su cabeza
incubada por un gavilán
los secretos mucho más hermosos
por no haber sido dichos
las palabras no escritas
los pasos borrados
las cenizas esparcidas sin nombre
sin placa de mármol
violando el recuerdo
tantas alas que romper
antes de que llegue la noche
Alice Rahon, incluido en Tres mujeres surrealistas (Periódico de poesía, 28 de septiembre de 2020, UNAM, México, versión de Inmaculada C. Pérez Parra).
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