oculta, iluminada; la vasta
serenidad ardiente de tu cuerpo. Valle
de claridad.
Es la ternura
suave luz
y directa.
Delicado y sediento sol sobre el filo del agua.
Es su caricia
translúcida levedad. Llama
pesada y líquida;
derramada cadencia sobre el caudal de piedras. Llama
de brotantes matices,
de inesperados y entrañables matices abriendo nítidos
reverberos. El ágata
nimba el tiempo,
bebe su luz en el brocal del tiempo,
y alumbra allí su intrincado
dintel.
Es la avidez ahondando sus misterios,
sus joviales, florecidos
misterios. Es el amor hurgando
en la eternidad. Y la eternidad es el gozo
y extensiones palpables
con acuciosos sembradíos. Rosas, orquídeas,
árboles encendidos. Es el brillo
fugaz
y discontinuo, y un insondable, antiguo,
sostenido
caudal.
Coral Bracho en La voluntad de ámbar (1998), incluido en Casa de luciérnagas. Antología de poetas hispanoamericanas de hoy (Ediciones Bruguera, Barcelona, 2007, ed. de Mario Campaña).
Otros poemas de Coral Bracho
Pincha para ver la lista de poemas incluidos en el blog
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tomo la palabra: