tienes la aguja que indicó el camino a los bosques:
hermanada a las miradas,
lleva lo negro,
el brote.
Por todo el cielo se tiende el párpado a la primavera.
Por todo el párpado se despliega el cielo,
bajo el que, protegido por el brote,
labra el Eterno,
el Señor.
Escucha la reja del arado, escucha.
Escucha: cruje
sobre la dura, la clara,
la inmemorable lágrima.
Paul Celan en De umbral en umbral (1955), incluido en Obras completas (Editorial Trotta, Madrid, 2004, trad. de José Luis Reina Palazón).
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Sobre el ojo, la aguja y la reja; más agua tierra y cielo, se crea un poema surrealista y magnífico.
ResponderEliminarY de suma trascendencia.
EliminarCelán.. Escucha: cruje..
ResponderEliminargracias Fran Cenamor por este poema..