(me lo dice la foto retocada en la pared).
Allá en Nuevo Vedado bailan rock ácido
los que no conocieron la ortodoxia.
En la antigua residencia, hay fiesta de anónimos.
Una rubia se marea,
se contorsiona sin llegar a caer.
(Una señora se aproxima
a arreglar el cuadro que ha sido movido).
No hay duelo en el país,
está permitido reírse y ser rubia.
Todos ignoran que hoy es el día del disparo,
que la bala ya sale
y se aloja en otros dos cuerpos.
Sólo un muchacho cede, ante la mayoría angloparlada
besuquea la existencia de su compañera.
Ninguno conoce el suicidio del fiscal;
el padre de la anfitriona
también está retratado en la pared
con el uniforme y makarov.
No entiendo,
no entiendo por qué está el cuadro de Chibás
presidiendo la tangente.
Carlos Augusto Alfonso en Fast Delivery (1996), incluido en Poesía Cubana. Antología esencial (Visor Libros, Madrid, 2011, ed. de Víctor Rodríguez Núñez).
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