todas las manos de la tierra.
Nada es distinto de este rostro,
de esta voz instantánea
y la fuerza del corazón es también
un resplandor en el cielo.
El amor es idéntico
a sí mismo, yo soy
una multitud sobre la tierra.
Todo el amor es nuestro:
toco una mano y toco
toda la hermosura.
Washington Delgado en Días del corazón (1957), incluido en Antología de la poesía peruana (Ediciones Nuevo Mundo, Lima 1965, selec. de Alberto Escolar).
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Me encanto este poema por su sencillez
ResponderEliminarBella sencillez.
EliminarQue significa
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