Es grato divertirse cuando llega el momento.
¡Bebamos pues, hermanos, a la salud de todos,
que el apetito espanta las ganas de bailar
y es más fácil la guasa después de haber bebido!
No se hable del estado.
Que se abandone toda gravedad.
Llevemos a un rincón los privilegios
y que junto al señor se siente el siervo.
Allí donde se guarda con rigor el deber
no hay buenos pensamientos.
Se dulcifica el mundo, os lo aseguro,
cuando broma y mesura van unidas.
He aquí mi beneficio: atentos me escucháis,
pero nadie me ofrece un jarro lleno.
Que un poeta esté sobrio ¿quién lo ha visto?
Nunca hará nada bueno.
Venid conmigo, que no os defraudaré.
También vosotros gozáis de buen humor.
Decid entre vosotros cualquier cosa al oído,
y no tengáis reparos; hablad con libertad.
En nada yo comparto lo que dijo algún sabio:
que la mejor idea la tiene el que más piensa.
Transcurre el tiempo y nadie
adivina tu suerte de mañana.
¡Hoy sé feliz y goza!
Sobre el día futuro las lecciones son vanas.
Hace tiempo que todo fue pensado por Dios
y de nada te sirven los mejores consejos.
Jan Kochanowski, incluido en Antología de la poesía polaca desde sus orígenes hasta la Primera Guerra Mundial (Editorial Gredos, Madrid, 2006, ed. y trad. de Fernando Presa González).
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