Al filo de la tarde
de pronto me pongo nos ponemos muy serios
o bien antes de encender el primer cigarrillo
me quedo nos quedamos un instante pensativos
y me doy nos damos cuenta de que estamos llorando
por dentro y silenciosamente y que sólo soy somos
una alta y líquida columna de lágrimas estériles
Otto-Raúl González en Concierto para metralleta (1997), incluido en Poesía centroamericana y puertorriqueña. Antología esencial (Visor Libros, Madrid, 2013, ed. de Selena Millares).
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Las olas son alas...
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Impresionante. Una maravilla.
ResponderEliminarSi, que momento. Un abrazo.
Eliminarbuenos poemas
ResponderEliminarAnahí Duzevich Bezoz
Me alegro de que te gusten tienes miles para disfrutar.
EliminarQué hermoso
ResponderEliminarMuy hermoso, se disfruta leyéndolo. Un abrazo.
EliminarEl yo y el nosotros siempre juntos......gracias
ResponderEliminarSe supone que es lo que hace la poesía, pero yo no estoy muy convencido.
EliminarSencillamente magistral, mejor no se puede captar la imagen de ese instante, felicidades por la cita de esta brevedad poetica.
ResponderEliminarSi, es una pequeña joyita.
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