Llueve en el mar con un murmullo lento.
La brisa gime tanto, que da pena.
El día es largo y triste. El elemento
duerme el sueño pesado de la arena.
Llueve. La lluvia lánguida trasciende
su olor de flor helada y desabrida.
El día es largo y triste. Uno comprende
que la muerte es así..., que así es la vida.
Sigue lloviendo. El día es triste y largo.
En el remoto gris se abisma el ser.
Llueve... Y uno quisiera, sin embargo,
que no acabara nunca de llover.
Leopoldo Lugones, incluido en Poesía argentina desde Lugones hasta nuestros días (Editorial Guadalupe, Buenos Aires, 1984, ed. de Héctor Roque Pitt).
Otros poemas de Leopoldo Lugones
El solterón (I, II, III), Emoción aldeana, Melancolía, Olas grises
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Por qué será que relacionamos la lluvia con tristeza?
ResponderEliminarSeguro cada persona tendrá su explicación, pero para mí, es una de las cosas más bellas que pueden suceder y que más feliz me hace: el sonido, la sensación de irse llenando de gotitas y luego gotear uno mismo, el olor... el olor!!! del césped, del pavimento... uffffff!!!
Ya sé que me desvié de la esencia del poema, pero es que me gusta mucho en verdad, jejeje
Un gusto conocer tu espacio :)
Relacionamos la lluvia con la tristeza porque relacionamos en sol con la alegría. Además, la lluvia es una metáfora perfecta con el llanto por similitud. Un abrazo.
EliminarA ver.. eso lo sé jajaja quizá no lo expresé bien. Era sólo que a mí no me produjo nunca esa sensación.
ResponderEliminar(Y para rematar yo relaciono el sol con dolores de cabeza, insolación y sudor... nada de alegría :D)
Pero claro que comprendo la idea.
Otro abrazo para ti :)