Que nadie se lamente por cabalgadura, hueso guarnecido
que cruelmente montaba tras piedra, tras pantano,
leño, cerca y zanja, sea el tiempo que sea;
ni siquiera insinuar que dos se hundieron juntos:
un caballo cayó muerto y a su amo abatió,
mas con esa caída la unión fue terminada.
Y un rocín roto hallamos y muerto su jinete sin dejar
otra huella que limpios atavíos,
freno, riendas y látigo para que los recojan sus amigos.
Apenas los restos de una bestia yacen aquí.
Michael Hamburger, incluido en Poesía inglesa contemporánea (Barral Editores, Barcelona, 1975, versión de Antonio Cisneros).
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qué manera de describir una fatalidad,
ResponderEliminarun abrazo Francisco
Si, demoledor. Un abrazo.
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