gárrulas infracciones al todopoder del olvido,
rememorando con prolijidad
el nombre, la opinión, los acontecimientos, la patria.
Tanto abalorio bien adjudicado está a la tiniebla
y el mármol no hable lo que callan los hombres.
Lo esencial de la vida fenecida
-la trémula esperanza,
el milagro implacable del dolor y el asombro del goce-
siempre perdurará.
Ciegamente reclama duración el alma arbitraria
cuando la tiene asegurada en vidas ajenas,
cuando tú mismo eres la continuación realizada
de quienes no alcanzaron su tiempo
y otros será (y son) tu inmortalidad en la tierra.
Jorge Luis Borges en Luna de enfrente (1925), incluido en Antología de la poesía hispanoamericana contemporánea 1914-1970 (Alianza Editorial, Madrid, 1971).
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Que profundo!el milagro de perdurar en el tiempo.
ResponderEliminarNo conocía este poema Borgiano. Sin duda una buena elección para este día. Un saludo inmortal desde esta otra tierra.
ResponderEliminarSí, muestra una gran confianza en la permanencia, es curioso.
ResponderEliminarMe parece excelente como jorge luis aborda este tema desde una perspectiva monotona de sus obras y tan caracteristica. sin dudas una de sus mejores composiciones
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