en las montañas bale de
etiopía
descansan cerca de un
arroyo
dos caminantes
el fuego arranca palabras a la
leña
la sartén se excita con el bullir del
aceite
vegetales se desdoblan para
calentarse
& se rinden al ritual del
alimento
el pimiento prepara su
picante
& explora un
paladar
comienza de nuevo la
caminata
curiosa por el lobo casi
extinto
hay flores diminutas
vigorosas
su pequeñez se prende a las
piedras
y si protesta el viento
visita la nieve
aúlla la sequía
su belleza es
imbatible:
no necesita brillar
las montañas exhalan música
es una orquesta orgánica
se arma una fiesta por la sonrisa
en un rostro acostumbrado al
sabotaje
intervienen los ojos
tragan fatiga urbana
segregan
esa larga cicatriz
elástico el segundo
se extiende por un lago
contenido en un cráter
cuenco de agua & tiempo
tiempo & polvo aferrado a pies
descalzos
agrietados
de niñas etíopes
mis botas de montaña se
avergüenzan
entre piedras del camino
se asolea desnuda una botella de
coca-cola
y más adelante tienen sexo
fragmentos de
alambre & cable
abejas
exploran el reverso de la
alegría
son sonidos en un
túnel
zumbido aullido escándalo de
cables
polvo
verde
Tania Pleitez Vela, incluido en Nayagua. Revista de poesía (III época, nº 35, febrero de 2023, Fundación Centro de Poesía José Hierro, Getafe).
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