Claras fuentecillas,
pues murmuráis,
murmurad a Narciso
que no sabe amar.
Murmurad que vive
libre y descuidado
y que mi cuidado
en el agua escribe;
que pena recibe
si sabe mi pena,
que es dulce cadena
de mi libertad.
Murmurad a Narciso
que no sabe amar.
Murmurad que tiene
el pecho de hielo,
y que por consuelo
penas me previene:
responde que pene
si favor le pido,
y se hace dormido
si pido piedad;
murmurad a Narciso
que no sabe amar.
Murmurad que llama
cielos otros ojos,
más por darme enojos
que porque los ama,
que mi ardiente llama
paga con desdén,
y quererle bien
con quererme mal;
murmurad a Narciso
que no sabe amar.
Y si en cortesía
responde a mi amor,
nunca su favor
duró más de un día;
de la pena mía
ríe lisonjero,
y aunque ve que muero
no tiene piedad;
murmurad a Narciso
que no sabe amar.
Murmurad que ha días
tiene la firmeza,
y que con tibiezas
paga mis porfías;
mis melancolías
le causan contento,
y si mudo intento,
muestra voluntad:
murmurad a Narciso
que no sabe amar.
Murmurad que he sido
eco desdichada,
aunque despreciada,
siempre lo he seguido;
y que si le pido
que escuche mi queja,
desdeñoso deja
mis ojos llorar:
murmurad a Narciso
que no sabe amar.
Murmurad que altivo,
libre y desdeñoso
vive, y sin reposo,
por amarle, vivo;
que no da recibo
a mi tierno amor,
antes con rigor
me intenta matar:
murmurad a Narciso
que no sabe amar.
Murmurad sus ojos,
graves y severos,
aunque bien ligeros
para darme enojos,
que rinde despojos
a su gentileza,
cuya altiva alteza
non halla su igual:
murmurad a Narciso
que no sabe amar.
Murmurad que ha dado
con alegre risa
la gloria a Belisa,
que a mí me ha quitado,
no de enamorado,
sino de traidor,
que aunque finge amor,
miente en la mitad:
murmurad a Narciso
que no sabe amar.
Murmurad mis celos
y penas rabiosas,
ay, fuentes hermosas,
a mis ojos cielos,
y mis desconsuelos,
penas y disgustos;
mis perdidos gustos,
fuentes, murmurad,
y también a Narciso
que no sabe amar.
María de Zayas en El castigo de la miseria (1637), incluido en Las primeras poetisas en lengua castellana (Ediciones Siruela, Madrid, 2016, ed. de Clara Janés).
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