En la llanura estéril
que hay entre la dicha y la tristeza
busco el escalofrío
de ver nacer a un héroe en mi carne
respirando
doscientos kilómetros por hora.
En el limbo del deseo adormecido
donde reina
el sentido común de la otra gente
yo y mi Yamaha,
que arde entre mis muslos,
encendemos el aire
y colocamos ruedas en el tiempo.
En las fachadas negras
donde la lluvia pierde su inocencia
y chorrea envilecida hacia el asfalto,
escribo soliloquios brevísimos de letras:
desentierro mi voz.
En el sosiego de alquitrán de cualquier carretera,
camino, para tantos, de ida y vuelta,
me dejo seducir por el infierno,
por el deseo perverso
de saber hasta dónde
puede arrastrar el corazón al cuerpo.
Beatriz Villacañas en Dublín (2001), incluido en La voz y la escritura 2006. 80 nuevas propuestas poéticas desde los viernes de la Cacharrería (Ediciones Sial, Madrid, 2006).
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