Solo llega a ser huésped del todo
quien no contrató frascos
donde guardar saliva y cifras pendientes
de recobrar.
Bailarás con la vida
—si es así—
como baila un sordomudo con la mirada, inventando
la música en sus ojos
en medio de la fiesta y de espaldas
a una plata cansada de trompetas.
Tan solo si deshaces la luz
entre los dedos y soplas de una vez sobre los nombres y ves caer
sus estambres sin ruido,
sabrás que quien te aloja en su lenguaje conoce esa última virtud
de vigilar la autoridad
de lo pequeño:
las inmediaciones de los escalofríos,
las canciones musitadas a destiempo,
la intimidad oscura de esos dedales alejados del uso.
Tomás Sánchez Santiago en Pérdida del ahí (2016), incluido en Nayagua. Revista de poesía (III época, nº 25, mayo de 2017, Fundación Centro de Poesía José Hierro, Getafe).
¡Gran poeta, pero poco conocido, Tomás Sánchez Santiago!
ResponderEliminarSi, una pena.
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