Al entierro de una hoja muerta
dos caracoles acuden.
Tienen la concha negra
crespón alrededor de los cuernos.
Se van en la oscuridad
una bella tarde de otoño.
Ay! cuando llegan
ya es la primavera;
las hojas que estaban muertas
han resucitado
y los dos caracoles
quedan disgustados.
Pero he aquí el sol
el sol que les dice
tomad, tomad la pena
la pena de sentaros
tomad un vaso de cerveza
si el corazón os lo pide
tomad si ello os place
el autocar para París
que partirá esta tarde
veréis el país
pero no toméis el duelo.
Soy yo quien os lo digo
aquello ennegrece el blanco del ojo
y luego eso afea
las historias de ataúdes.
Es triste y no bonito.
Retomad vuestros colores
los colores de la vida
entonces todas las bestias
los árboles y las matas
se ponen a cantar
a cantar a grito herido
la verdadera canción viva
la canción del verano
y todo el mundo a beber
y todo el mundo a brindar.
Es una tarde muy bella
una bella tarde de verano
y los dos caracoles
vuelven a su casa;
van muy conmovidos
van muy felices
ya que han bebido mucho
titubean un poco
pero allá en el cielo
la luna vela por ellos.
Jacques Prévert, incluido en Faunética. Antología poética zoológica panamericana y europea (Instituto Caro y Cuervo, Santa Fe de Bogotá, 1999, selec. de Víctor Manuel Patiño, trad. de Mauro Armiño).
Jacques Prévert (Francia, 1900-1977)
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