Agua. Estás cubierta por el agua.
Sobre su fondo se va deslizando arena.
Deslizamiento de horas minúsculas que secamente susurran momentos.
Las velas del día se han apagado
en los ojos verdes del río.
La corteza clara de la luna
se ha caído en ellos. Sobre tu cuello.
Ha rasgado tu vestido
hecho de hojas del agua.
(El viento ha ceñido el sauce como la clemátide
con sus verdes dedos susurrantes.)
El rayo de una estrella lejana, fino como el pensamiento,
ha traspasado tu pecho.
La fría agudeza de la lejanía
sobre el blanco brillo de tu piel.
El agua te está llevando.
El agua está peinando tus cabellos
con sus largos dedos de cristal.
La corteza de la luna vaga asombrada
por tus caderas.
Después se oye el tictac de la arena.
Y unos brazos peludos, retorcidos de las raíces te agarran.
Y la luna amarilla te está buscando
como un pez aturdido.
Agua. Las sombras corren sobre los ojos del río.
Las flores blancas de las espumas se abren
sobre la negra cara de la charca.
Miles de horas minúsculas se derraman en tus orejas.
Sus voces tienen piernas blandas y pardas de las arañas.
Otros poemas de Dane Zajc
¡Buen poeta el eslavo Dane Zajc...!
ResponderEliminarYo no lo conocía, imagino que será ya un clásico del siglo XX en su idioma natal.
Eliminar