Fuera de la ventana brillaba el mar.
"Enloqueceré si el mar se pierde", dijo María.
Ocultaba con las manos su desnudez,
dando vueltas furiosamente,
con terrible desesperación, por todos los comercios,
por todos los cines de la capital.
Lo buscaba. Preguntaba a los porteros con insistencia.
Se extrañaba de que nadie lo hubiese visto.
"¿Dónde está? ¿dónde está? Dímelo ahora, dímelo tú"
Siempre desnuda y tan alocada. Y, de pronto,
dentro de la luz: "¡Libre!", gritó
y se arrojó sobre él. Pero
era mudo, muy mudo, una sombra
perdida. Y la empujó. Y murieron.
Los cogió el timón en la pendiente, les rompió
los huesos y los riñones. Mucho tiempo
después, nos atormentaron sus almas.
Takis Sinopoulos, incluido en Antología de la poesía griega. Desde el siglo XI hasta nuestros días (Ediciones Clásicas, Madrid, 1997, ed. de José Antonio Moreno Jurado).
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