En el pene hay un lazo que es rojo como una matriz, en la habitación resuena la confundida voz de un robot: “Quisiera una mujer algo seca, una investigadora académica, que esté interesada en el celibato”. El informe ha sido grabado, este se puede escuchar al apretar un botón una y otra vez. Las trompas de Falopio escudriñan al hombre con interés por un momento, pero luego desisten, al hombre se le siente frío, el lazo no ayuda a pesar de ser lindo. La mujer se sienta encima como un guante, sólo lleva puesta una piel muy pigmentada, se pone el lazo en el pelo, estira el cuello de cisne. Veo extendiéndose en tus ojos la altamar: una ola baja, una ola alta, yo te remo hasta llegar, ruego por una pequeña lluvia.
Kati Neuvonen, incluido en Periódico de poesía (6 de enero de 2020, UNAM, México, versiones de Zoila Forss-Crespo Moreyra y Roxana Crisólogo).
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