En el río se abrazan
las imágenes invertidas
de los enamorados.
El mediodía tiene axilas
de pétalos húmedos de gladiolo.
Se oye decir: Un día de calor
O: El viento anda
detrás del aroma del espliego
como un hombre detrás de una mujer.
Alguien se pone la mano izquierda
delante de los ojos a modo de visera.
El mediodía avala
el equilibrio del mundo.
De noche se desabrochan,
solas, las blusas de las muchachas.
Karl Krolow, incluido en Arquitrave (nº 66, enero-marzo de 2017, Colombia).
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