Alguien lo agita. Es la mano blanca
del viento del Este.
Alguien comenta: Nieva.
Poco a poco,
el aire hecho jirones abre los ojos
de tanto frío.
Qué bien se escribe con nieve.
El tiempo se somete
lo que dura una carta en blanco y huele
a helada y a manzanas
hasta que se derrite.
Karl Krolow, incluido en Arquitrave (nº 66, enero-marzo de 2017, Colombia).
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