Ay mi delgadita, mi coronada de narcisos,
sin sandalias!
Como la súbita irrupción del fuego en las tinieblas
así mis pupilas son deslumbradas por ti,
joven de miembros flexibles entre los frutales,
corredora ligera entre los enfestonados huertos,
eres una flor de almendro salida de su vaina
saltando y temblando entre las ramas con retoños.
Amy Lowell, incluido en Antología de la poesía norteamericana (Fundación editorial El perro y la rana, Venezuela, 2007, selec. de Ernesto Cardenal, trad. de José Coronel Urtecho y Ernesto Cardenal).
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Buen poema...
ResponderEliminarPues si, la verdad, me alegro de que te guste, un abrazo.
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