Huesos que ya no están donde los dejaste. Clavos y demás herramientas no funcionan. Todo suena, los pájaros heridos, las ramas secas, los ojos viejos en medio del colchón, todo suena a esta hora. Debería escapar cuando jugás a cortarme en pedazos alguna carne para ponerla en el sartén. Sonidos secos, hechos con vidrio. Colocamos oídos en todos los rincones, dentro de los bombillos, detrás de la lavadora, en los cepillos para el pelo o los dientes, en cada interruptor y alcantarilla. Los traemos al centro de inmediato. En cada vértebra hemos colocado un dispositivo del futuro, hace un sonido constante que los reúne a todos, los almacena, los clasifica, pero no siempre escuchamos, no siempre mantenemos la postura. A veces son agudos, engañosos, pero eso no nos alegra. Eso sólo nos amortigua.
Silvia Piranesi, incluido en Defender la palabra: 22 poetas de Costa Rica (Buenos Aires Poetry, Argentina, 2019, selec. de Carolina Quintero Valverde).
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