El silencio se desmorona frente a la cabalgata
marejadas de relinchos brinca el amanecer sobre las peñas
la aldea desnuda sus vértebras de piedra
la campana de la iglesia navega hacia la pampa
Bebemos el primer alcohol matinal
El sol está limpiando los tejados
en las crines de los caballos enredamos la alegría
El día va sujeto a los estribos
lejos
v u e l a e l a r m a z ó n d e l p u e b l o
La pampa abre su tienda de montañas
llenamos de oxígeno nuestras alforjas
el camino desdobla sus veredas de tierra firme
del norte viene una polvareda de palomas
i en lo alto
estalla
la pirotecnia de los loros
En marcha
proyectiles de amanecer nuestros ojos perforan la tela del horizonte
Un cortejo nupcial de indios de la comarca
ciñe la cintura del cerro de gala
monteras de geráneos rebozos como llamaradas
refulgen pitos y tamboriles
Vicentina la novia espolvorea amapolas i espigas
en la mañana de lentejuelas
La llanura está verde de cantares
A c a r r e r a a b i e r t a
llevamos el paisaje sobre la grupa como un poncho de colores
indios viajeros cimbran el camino
suda la pampa su cansancio de medio día
pájaros truncos otean la carnaza de los peñascos que duermen
la tarde a horcajadas por la ladera
viajeros retrasados han emparedado el sol
la tierra está supurando por los fangos
arrojamos al río los pedrones de la quebrada
las montañas se alinean apretadas contra la noche
el látigo de las riendas corta pedazos de neblina
el viento deshilado da voces
fogones de anochecer llenan el cielo de farolas
salvas de ladridos golpean la sien del pueblo
EL CAMINO SACUDE SUS ESPALDAS
Alejandro Peralta en El Kollao (1934), incluido en Antología de la poesía latinoamericana de vanguardia (1916-1935) (Ediciones Hiperión, Madrid, 2003, ed. de Mihai G. Grünfeld).
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tomo la palabra: