entre dulcísima la lluvia.
Vagan enigmáticas las horas
sobre la pareja derramada
en el valle prohibido.
El amor alucinado
torna fuego las alas
del gorrión que se posa
en altos pechos,
mientras flotan los cabellos
como algas en el agua
persiguiendo las huellas de Safo
en el espejo fragmentado.
Carmen Matute, incluida en Para conjurar el sueño. Poetas guatemaltecas del siglo XX (Univ. Rafael Landívar, Guatemala, 1998, selec. de Anabella Acevedo y Aída Toledo).
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
Excelente. Has elegido un poema preciso y maduro
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día, con rimas en la boca