Esos pastitos aferrados a la tierra
tienen raíces que los doblan en tamaño.
Vamos.
Vamos a ver el pueblo viejo,
y señalan unas paredes rotas
donde ni siquiera
la imaginación puede morder.
Restos de una ventana
enmarcan las sierras y un cielo
muy oscuro.
De pie, en donde estuvo la cocina
hablan. Buscan en la memoria
nombres y apellidos olvidados.
Parece que alguien
se fue llevando los ladrillos,
sólo queda del reparo de las casas
algún rincón
en el que crecen yuyos.
Claudia Prado en Viajar de noche (2007), incluido en Penúltimos 33 poetas de Argentina (UNAM, México, 2014, selec. de Ezequiel Zaidenwerg).
Otros poemas de Claudia Prado
1899 - El vestido
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
Muy interesante...
ResponderEliminarGracias por compartirlo.