no quiero marido, no.
Más quiero vivir segura
en esta sierra a mi soltura,
que no estar en ventura
si casaré bien o no.
Dicen que me case yo:
no quiero marido, no.
Madre, no seré casada
por no ver vida cansada,
o quizá mal empleada
la gracia que Dios me dio.
Dicen que me case yo:
no quiero marido, no.
No será ni es nacido
tal para ser mi marido;
y pues que tengo sabido
que la flor yo me la so,
dicen que me case yo:
no quiero marido, no.
Gil Vicente, incluido en Poesía de los Siglos de Oro (Epublibre, Internet, 2002, ed. de Felipe Pedraza y Milagros Rodríguez Cáseres).
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este no se me hace coerente
ResponderEliminarpero me guwta
ResponderEliminarMe alegro de que te guste, un saludo.
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