está sentado un Buda verde húmedo
con ojos como joyas,
frío y confiado
con las plantas trepadoras
y animales descendentes.
Tu verrugosa sabiduría
que te estira la piel
y la boca que se ensancha
en una dolorida sonrisa de viejo
le dice a cada niño que tu reino
es verdaderamente de este mundo.
¿Quién se atreve a adorarte?
Harald Sverdrup en Sankt Elms ild (1958), incluido en Poesía nórdica (Ediciones de la Torre, Madrid, 1999, ed. y trad. de Francisco J. Uriz).
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tomo la palabra: