mente y cuerpo son casi uno
como el fuego crepita en la estufa
y nuestros ojos se cierran,
y boca a boca, la cobija
sobre nuestros hombros,
dormitamos como caballos en el campo,
de acuerdo; aunque el frío otoñal
circunda nuestra cama tibia, y aunque
de día somos singulares y muchas veces solos.
Denise Levertov, incluido en Siete poetas norteamericanas contemporáneas (UNAM, México, 2008, selec. y trad. de Beth Miller).
Otros poemas de Denise Levertov
El dolor del matrimonio, Hora de dormir, Nuestros cuerpos, Tulipanes rojos
Toca aquí para ir al Catálogo de poemas
Diferente este poema, a la hora de dormir.
ResponderEliminar