cuelga la carne pálida desde el hueso amarillo-blanco, tus últimas amarras...
ellas te han abrazado como la cascara del ajo,
tu corriente violeta y azul de la sangre, muy antigua
de muchos días antes,
para ti es este mi himno
para ti este mi aliento dentro de la podredumbre de la ciudad,
el aire inmaduro y verde de la primera ciudad
y el viento ondulante, curvado, dentro del bosque,
hoy te sientas dentro de tu bruma
sentada con una manta blanca encima,
la mata de pelo triste más blanda que el algodón,
la cabeza está inclinada un poquito a la derecha
asoman tus ojos pequeños y pálidos
desde la piel arrugada,
ves en la luz de la mañana el bostezo rojizo
de las putas,
vienen y van los culos mal nutridos de los niños bastardos,
dos pies hacen torbellinos dentro de la falda,
miras todas estas cosas por la mañana
viene un cuervo desde la cima grande de la ciudad
viene hacia el burdel, a tu tejado,
tu gemela, la ciudad, te mandó otro pájaro negro y gris
antes de tu muerte o quizá dentro de tu pelo blanco la ciudad
hunde su divina mano más íntimamente...
Así sonríes un poco con tu larga encía sin límite, sin sonido,
una gata viene y se acuesta a tu lado,
así estiras las piernas bajo la rodilla artrítica del sol húmedo
que se revela redondo y dorado como una moneda,
la luz dentro de la memoria y el olvido de tus muslos y senos,
la luz y el viento pasan por tu cuerpo,
el viento juega, gira dentro de un puño lleno de blancura
juega y juega provocando escalofríos,
la luz solar dispersa, extiende e inclina
sobre tu sexo monte pequeño y peludo...
Arunesh Ghosh, incluido en La pared de agua. Antología de poesía bengalí contemporánea (Olifante Ediciones de poesía, Zaragoza, 2011, ed. y trad. de Subhro Bandopadhyay).
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