señora, la batalla está perdida
nos hemos retirado al interior
en un país de colinas rocosas que nos protegen
hasta los árboles están aquí torturados
y no hay que pensar en el consuelo de la luna
atrapada en el cepo de acero del cielo;
a la caza, verde y maliciosa,
tras las presurosas nubes,
no le queda tiempo para consolar.
los últimos de los nuestros en esperar de ella
se retiran con todas sus ofrendas averiadas
al duro lecho de las colinas.
sólo el rocío es capaz de salvarnos, sueñan;
pero hace ya tanto tiempo que la lluvia
melancólica, grisácea
como hojitas de olivo polvorientas
hubo doblado sobre nuestra muerte
un inmóvil cuchillo con cobarde mano...
con estertor de muertos se encuentra la mañana,
por todas partes ojos de piedra lunar rotos
sus corazones arrojados todos juntos
rojos y tristes, rojos y tristes,
y el suelo ya no sangra.
pero borrosa y lejos de sus muertos
traidora y alevosa
sigue errando la luna,
sólo el blanco de sus ojos es visible
como ficha gastada en el tapete
sobre un sudario inmenso.
Cees Nooteboom, incluido en Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).
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"y no hay que pensar en el consuelo de la luna
ResponderEliminaratrapada en el cepo de acero del cielo"...
Muy fuertes estos versos...
Si, terribles.
EliminarCOMO PARTICIPAR EN ESTE BLOG, Y ENVIAR MIS POMEAS
ResponderEliminarLo sentimos mucho, no se puede.
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