a nadie le importa que ladren los perros, a nadie cuál la profundidad de las alturas en las que se
producen las catástrofes,
a nadie la caída y nadie silbará en el bosque para que la jauría regrese a los portones de la ciudad
nadie permanece alerta sobre los lechos de violetas y el que será nadie tampoco acaricia el grado
más alto de la tristeza en la tormenta de acónito
a nadie le preocupa si los perros persiguen a nadie y nadie velará la pierna sobre la que se
abalancen
nadie husmeando el sentido insignificante que todo lo colma
menos que nadie quien vigile la abeja que liba en la historia de la injusticia para llevar al panal los
despojos de lo justo
y tampoco nadie en la bisagra de la maleta rescatando los trípticos de las llamas
aquí se muere de hambre de cuervo, perros de siempre persiguiendo lo mismo de siempre, el
miedo
Guadalupe Grande, incluido en Marca(da) España. Retrato poético de una sociedad en crisis (Amargord Ediciones, Madrid, 2014, fotografías de Reiner Wandler).
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Siguen los cuervos al acecho / los gatos maullando en los tejados/ los perros ladrándole a la luna / y los hombres viviendo a ojos cerrados.
ResponderEliminarAsí siguen.
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