Yo, con la vaga frente en la balada
y el talón en el musgo de los siglos,
yo, que inventé el otoño lentamente,
y gris y lentamente soy su vino,
yo, que ya agonizaba cuando el hombre
me amó para nombrarme "la llovizna",
yo, que cruzando su durar lo nublo
de eternidad y de melancolía,
yo, que debo medir la soledad
entera, y desandar todo el recuerdo
y más, y gris y lentamente el día
señalado asperjar el fin del tiempo,
yo, a veces, mientras limo tristes mármoles
y herrumbro amantes, pienso que en la tierra
no existo, que tan sólo voy cayendo,
así, de la nostalgia de un poema.
Amelia Biagioni, incluido en Poesía argentina desde Lugones hasta nuestros días (Editorial Guadalupe, Buenos Aires, 1984, ed. de Héctor Roque Pitt).
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nostalgia de un poema, derramandopalabras en la piel como lluvia en las hojas del verdor sediento, ahi apareces tu con tu lengua ardiente avida de sed y de amor intenso..!
ResponderEliminarSí, ahí podría aparecer.
Eliminartienes un blog muy interesante, me alegro de haberme hecho seguidor. saludos. (http://alejandrovargassanchez.blogspot.com) (también soy poeta)
ResponderEliminarGracias, por aquí encontrarás poesía muy interesante. Un abrazo.
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