Muy corriente es el nombre de amigo, pero escasa la fidelidad.
Como se estuviese construyendo una casita Sócrates
(cuya muerte yo no desdeñaría con tal de alcanzar su fama
y aceptaría la envidia, si quedasen libres de ella mis cenizas),
un cualquiera del pueblo, como suele pasar, le preguntó:
«¿Cómo? ¿Tan pequeña vivienda te levantas tú, tan importante?»
«¡Ojalá», respondió, «pueda llenarla de amigos verdaderos!»
Fedro en Lib. III, incluido en Antología de la poesía latina (Alianza Editorial, Madrid, 2010, selec. y trad. de Luis Alberto de Cuenca y Antonio Alvar).
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