¡Cree, Arquitectura,
Cree, Cree!...
El Ángel no bajó: que es sueño o cirro
Tu piedra es mano humana, feble, lueñe...
Estarás manando siglos y rindiendo rocas
Rompida fuente de fatal vertiente
Muda, repetida la palabra.
El decir, ¿quién lo dice... ¡madre honda de mis sienes!
Sino la memoria, la malicia, la malaria?...
¿Quién echa al Diablo de sí mismo
Sino la Nonata?...
¿Reconoces tu grito
Que huye sordo y ciego, por entre pasiones y algas?
Que no obra sino el vago origen ciego
Y el espíritu primordial de la nostalgia.
Soy el alma y el cuerpo
Y roca y río,
Y nada y todo, que si no, no fueran
Ni el cielo ni el abismo.
Y yo escucho al borracho,
Que repite su destino,
Y al turista que sube por tu pierna,
Y te llega al ombligo,
Y no nace otra vez, y no es ninguno
Sino mi paso y mi peligro.
¿Cuándo seré en tu piedra,
Hondo, muy hondo, así para mi lirio?
¡Amor, solo en su lecho!...
¡Este estarme a dudar, mi dicha, mi instinto!...
Martín Adán, incluido en Poesía peruana. Antología esencial (Visor Libros, Madrid, 2008, ed. y selec. de José Miguel Oviedo).
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