El alma es una cosa delicada
que la mente no alcanza,
y en el cuerpo del hombre vive estrecha.
¡Alabado sea Dios!
¿puede el alma seguir en derechura,
y sentir lo que encuentre, cuando parta?
Es la luz que los cuerpos hermosea,
como claros candiles en la noche.
Seguirá con el cuerpo, dicen unos,
pero otros afirman
que, al encontrar la muerte, se alzará.
Y no hay hombre que pueda,
cuando un alma ya ha muerto,
aspirar por entero su fragancia.
El hombre más feliz es el asceta
que rechaza a los otros en el mundo,
y cuando muere, dicen: ya se fue.
Abul ʿAla Al-Maʿarri, incluido en Poesía árabe clásica oriental (Litoral. Revista de la poesía y el pensamiento, año XVII, nº 177, Málaga, 1988, selec. y trad. de Pedro Martínez Montávez).
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Ohhh.! Profundo texto..me ha encantado..!!
He pasado y me he quedado...Te invito a pasar por el mio... Un calido saludo..
Desde luego que es un texto maravilloso. Ya me paso, Un abrazo.
EliminarRealmente un poema desde el alma,para el alma.
ResponderEliminarSí, siempre reflexionando sobre el particular.
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